Tengo ganas de amar a la luna
como amo las constelaciones de tu cuerpo,
quiero llegar muy cerca del sol
y pasearme con el son de la música
por cada milímetro de tu piel…
Contaré todas las pecas que tienes,
imaginando… que forman parte
de nuevas constelaciones...
para viajar,
y perderme en el viaje,
por ellas, Perderme con ellas,
en la nave del amor…
Y, en esos momentos…
cuando descubrimos nuevos astros…
madre mía! qué momentos! que astros!!
Sé muy bien, que al saborear cada pequita,
me desharé en más de mil pedazos…
Y tu…
tú, temblaras como un terremoto que recorrerá tu cuerpo,
Sobre todo,
cuando mi nave aterrice sobre esa pequita rubia,
esa que tienes ubicada en esa nueva constelación,
la que vive por encima de tu cadera,
rozando la pelvis a seis centímetros de tu ombligo…
esa la conozco bien…
La que me hace reír cuando veo que te encojes,
Y te revuelves de la risa,
igual que cuando paseo por tu cuello,
Y te digo…
No te muevas,
Y tú,
no puedo, es que…
parece que me muero.
Es en ese momento,
Cuando yo… Yo, despego,
Y me voy… En busca de una nueva
constelación…
©Juanje González